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...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.
lunes, 29 de octubre de 2012
RICHARD BRAUTIGAN - EL AVIÓN
EL AVIÓN
Uno
de los inconvenientes de residir en un hotel
es la delgadez de las paredes. Es un problema
sin resolver. Intentaba dormir
un poco esta tarde pero la gente
de la habitación de al lado aprovechó para pegarse un sonoro revolcón.
Su cama sonaba como un viejo avión calentando motores para despegar.
Yo estaba allí, a unos pocos pasos, intentando dormir un poco
mientras su cama rodaba por la pista.
Tokio
14 de junio de 1976
sábado, 27 de octubre de 2012
JOAN MARGARIT - HELENA
El ayer es tu infierno, es cada instante
en el que, sin saberlo, te has perdido
y cada instante en el que te has salvado.
Cuando el joven que fuiste está muy lejos,
amar es la venganza del pasado.
Viene desde una guerra donde fuiste vencido,
de armas y campamentos que un día abandonaste
en la Troya que llevas en ti mismo.
Te buscarán de noche los aqueos
y estrecharán el cerco. Volverás,
por alguna mujer, a perder la ciudad.
Helena es estos sueños
de los cuales la vida fue apropiándose.
Defiéndela otra vez: será la última.
Y hazlo con valentía, desarmado.
JOAN MARGARIT. Poesía amorosa completa
Hiperión
martes, 23 de octubre de 2012
GUILLERMO HERNÁNDEZ - EL TIMBRE SUENA
El timbre
suena.
La
televisión pasea por la guía de canales,
no se molesta en bajar el volumen;
la plancha
esta casi sorda por el vapor;
es lunes al
medio día,
la
aspiradora está obligada a levantar morusas
y tiene
prisa por terminar.
El timbre
insiste en llamar,
las camas no
están presentables,
el
microondas y la batidora almuerzan watts,
en el
fregadero hay trastos en remojo,
la escoba y
el recogedor reposan en el
armario.
El timbre
suena otras dos veces,
en la
coladuría la lavadora da por terminado el ciclo;
las puertas
de los baños están cerradas;
el timbre suena,
la radio
demanda atención,
las
persianas cerradas,
hay un
ejército de soldaditos de plomo bajo llave;
el timbre
suena,
en el pasillo hay una silla de ruedas que
estorba el paso
y los
cuadros estan fijos en la pared.
El timbre suena
otra vez,
nadie tiene
tiempo
para abrir la puerta.
sábado, 20 de octubre de 2012
ADOLFO CUETO - ALMACÉN
ALMACÉN
Somos seres de plástico, productos envasados
al vacío. Llevamos fecha oculta
de caducidad. Carne
sin alma. Seres almacenados
en números, cifras, cuentas
de óxido, posesiones
baldías. Acumulamos residuos:
toda una vida apilada en
ese gran vertedero. Nada hay que sea nuestro,
sin embargo, más allá de este amor
que nos quema la sangre. Seres intercambiables;
contratas, negocios, fincas,
huesos, cenizas. Mira:
la codicia ha llegado.
Se ha instalado en tu casa.
Ha cogido tus llaves.
Adolfo Cueto. Dragados y Construcciones.
VIII Premio Emilio Alarcos.
Visor de Poesía.
martes, 16 de octubre de 2012
ISLA CORREYERO - ESA COSA QUE HACE
ESA COSA QUE HACE
Me encanta esa cosa que hace con los ojos.
Y esa otra cosa mágica que no puedo explicar
–yo soy de Ciencias–
ese arrebato de Literatura y de libertinaje
siempre con una neblina de fulgor
rodeándolo.
Mal trago es
de los que entra por los cinco sentidos
seco como el vertiginoso polvo del desierto
oscuro el corazón eternamente.
No doy con la expresión
de esa cosa levísima que hace
a veces éxtasis dolor ternura liquida
impostura de golfo carne y pensamiento.
Nunca está satisfecho de alucinar y de sufrir.
De inclinarse al desdén y a lo llorado.
Se pone radical de sexo paranoide.
La habitación se enciende de caliza.
Si salimos en coche pone música
flotan las cuatro ruedas hacia un sueño
y hace esa cosa subversiva única
–insólito que es petróleo súbito–
que yo jamás podré explicar
humanamente.
Muerto de amor
mi coño
sangra y tiembla.
*****
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sábado, 13 de octubre de 2012
PEPE RAMOS - EL ESCAPISTA
Apaguen sus teléfonos móviles y guarden silencio porque aquí se va a desarrollar la gran historia del mundo. Si escuchan con atención podrán oír el sonido del velcro de la luz al desprenderse del día, el suspiro acallado de la adolescente que sostiene temblorosa en su mano el segundo predictor, gente que dice te quiero queriendo decir me cago de miedo, los disparos, los gritos, los portazos, a cambio yo les prometo ahogar con mi voz la confesión de eso que cada uno de ustedes calla para que le podamos seguir mirando a la cara, no vaya a ser que empecemos recitando poemas y acabemos llamando a las cosas por su nombre.
EL COLECCIONISTA DE TENTATIVAS
Vuelves de suicidarte una vez más.
Traes sepultado bajo la la lengua
el cuerpo de un Cristo cuya cruz
es un neón verde
y su génesis genérico.
Huye del delirio, aún estás a tiempo:
vuelve al cauce plácido de la cordura.
Déjanos las gestas psicóticas
a los crónicos,
danos la paz.
¿Buscas la ascensión
o te conformas solo con la baja?
Por mucho que te empeñes
–Lazaro autolesivo–
fingir un suicidio no es resucitar.
Pepe Ramos, El escapista
Huacanamo Ed.
Pepe Ramos, El escapista
Huacanamo Ed.
martes, 9 de octubre de 2012
JOHN BERGER - SUEÑO
(...) Todo aquí es repetición, todo aquí es regreso. El hogar es la vuelta a donde la distancia todavía no contaba.
SUEÑO
En un puñado de tierra
he enterrado todos los acentos
de mi lengua materna
allí yacen
como agujas de pino
reunidas por las hormigas.
Puede que algún día el llanto
balbuciente
de otro vagabundo
las incendie
entonces caliente y consolado
oirá toda la noche
la verdad como una nana.
John Berger
Páginas de la herida
Visor de Poesía
viernes, 5 de octubre de 2012
mi Padre, el rey - Gsús Bonilla - Poemas
intro.
no es necesario coartar a la mosca
el vuelo. negarle que se pose en libertad –donde quiera– por mucho que se
equivoque una y otra vez en su elección, no es necesario arrancar sus alas. no,
no es necesario prender la punta de un fósforo y arrimar su llama a las antenas
de la hormiga de cabeza gorda. no es necesario quemar cualquier síntoma de
comunicación, aunque sean minúsculos invertebrados. no es necesario volver a
encender otra cerilla, a la vez que pulsas el pitorro del bote de flix, acercar
lo que emana de su boca a la llama y arrasar más moscas desaladas. no es
necesario impedir al gato, para hacer de su movilidad una gracia. calzar en
cada una de sus pezuñas media cáscara de nuez. ni atar el hilo endeble de
algodón desde una de las patas de un pollo perdiz desplu-mado hasta otra de las
patas de una silla culo de mimbre para que el chiste sea mayor. ni para
aumentarlo incluir las vueltas de piter,
el perro, sobre su propio rabo acabado en lata de conserva de tomate. no es
necesario atravesar el esternón a una lagartija viva con un alfiler hasta que
la estrías de la corteza de una encina –otro ser vivo– se queden grabadas en su
piel de reptil.
1.
mi Padre, el rey, el más elegante de todos,
presumía de monarca; tenía un universo por corbata
2.
la
poesía y su belleza están muy bien. pero aquí y ahora
necesito resumir su vida en [algo más de]
veinte versos;
desde el niño descalzo que fue, mirando sus pies,
hasta su último día
he de hacerlo,
como una posible anécdota,
quizá sin interés
porque un poema fascinante es otra cosa
3.
a veces
no la oigo respirar
no la oigo respirar
(me
refiero a la realidad)
y lo mejor de todo... me devuelve la alegría.
me agasaja el desamparo
de muchos etcéteras
que viven y colean alrededor.
imagina
no llevar nunca
nada a cabo
y desbaratar una y otra vez
cualquier propósito
hasta llegar a buen puerto;
luego entonces,
amar desesperadamente
el violento resultado.
¿sabes?
poseo las herramientas necesarias
para este proceso
4.
he de abrir la puerta
entrar en un poema caminar hacia la luz.
traspasar al otro lado
y
encontrar:
la bóveda del estómago.
ante tus ojos
todo su esplendor;
cabellos humanos componen los frescos.
previamente
te habías echado las manos a la cabeza,
tragabas el vómito de la batalla:
cuerpos descuartizados
el resurgir de la vida
y su revolución
5.
escucha…
el
intercambio de cromos comienza.
tengo
parajes abruptos
con cielos
de piel
y pisadas
en la espalda sin descanso,
soles
despiertos
revoloteando
tu ombligo… escucha
¿no los
oyes?
epílogo
la mañana se precipita para dar paso a la
tarde y vas tiznando los minutos que
te quedan por delante, mientras
tanto, eres devorado por los vientos caprichosos de la mala fortuna y confirmas que mucha parte del camino se ha mirado atrás. me huele que
el respeto a uno mismo amanece sin más y
permanece quieto, y se me antoja cerilla quemando los espasmos un mediodía. no
importa que cruces los dedos, aunque no lo quieres esto se acaba. la dignidad en su mortaja luce su
traje nuevo de muerta, y no puede disimular las costuras remendadas del puyazo
de aquel otoño que se hundía triunfador entre piel y tela. la embestida del silencio nos devora a todos los presentes por
momentos y el penúltimo latido despistado del corazón hace que me fije en la vela, que a su ritmo, sigue
descabellando luz en ese ocaso. él expira, y al instante la duda nace, y sin demora empieza sus labores a la
puerta de un hogar feliz en decadencia, llama, se le abre y viene vestida de
compañera de juegos y calzada con un par de interrogantes nuevos e infinitos.
miércoles, 3 de octubre de 2012
NUEVO LIBRO DE GSÚS BONILLA.
lunes, 1 de octubre de 2012
ADOLFO CUETO - CARRETERAS CORTADAS
CARRETERAS CORTADAS
Esos otros caminos
por los que nunca pasamos, los que dejamos
a un lado, hechos de miedo
y valor, como un destello en la noche, un
fogonazo en la niebla, ¿adónde
irían a dar? ¿Por quién
preguntan ahora?,
ahora que es tarde y, de pronto,
todo este viento del Sur
acariciando tu frente...
La añoranza abre huecos
pro carreteras cortadas, en autopistas
vacías, que nos reclaman al cabo. ¿Oyes al niño que corre
por las habitaciones? ¿Cómo crece y se afeita, y
sale luego a la calle? Hoy se cruza
contigo. Y, aunque tenga tu rostro,
es ya ese otro que avanza
–se desvía, se aleja–,
tan distinto a ti mismo: el que no
serás ya, el que nunca
habrás sido.
*****
SOBREVIVIR A UN ACCIDENTE
Vancouver, Canadá
Íbamos tan deprisa, íbamos tan sin peso
como en los días mejores. No nos dio tiempo a ver
las luces, la mediana. Un fuerte olor
a neumático ahí, el reventón que deja la humedad
del llanto. Pasaron aún más rápido
la infancia, gestos, rostros: esa película
muda, una tragicomedia
sordamente escuchada, con pequeños subtítulos.
Y piensas que,
si morir fuera esta como improvisación
cualquiera, quizá valiera la pena tanta
velocidad. Dábamos vueltas y vueltas
de campana, todo girando. ¡Estábamos tan,
tan solos,
tan hondamente hundidos en nosotros mismos! Solamente
tú y yo, y al fondo el gran silencio
del mar. Y en las refinerías
sin pausa, el fuego que arde a solas
también. El humo, el viento. ¿Es que no hay nadie ahí
fuera? –gritaste–. Y tú y yo aquí, lejanos
y aislados, y con este hematoma
de la muerte en los brazos, qué solos ya: más
solos, en fin, que aquellas
alejadas plataformas petroleras, buscando a toda costa
salvarnos,
sobrevivir.
Adolfo Cueto. Dragados y Construcciones
VIII Premio Emilio Alarcos
Visor de Poesía
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